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El retorno del Rey Oscuro cap2

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ffenix-nova's avatar
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                     Capítulo 2
                 Sociedad Lobo. Año 2011.


Los ladridos y aullidos de los cuadrúpedos persiguiendo a aquel mercenario era lo único que se escuchaba aunado con el inconfundible sonido de vegetación moviéndose y del jadeo del perseguido. Nhazul, aquel guerrero que ya llevaba varias semanas tratando de infiltrarse en la sociedad para obtener algo, que nadie sabía que, nuevamente se había visto forzado a abortar la misión.
Era realmente frustrante un nuevo fracaso,  y más tratándose de él, uno de los más hábiles de su región. Nhazul no era estúpido, ni tampoco débil, en más de una ocasión había estado a punto de obtener su objetivo. Era tan fuerte que en pocos días se había vuelto uno de los más peligrosos adversarios de la sociedad, no obstante, era casi imposible lidiar con los lobos en su propia guarida.
-¡No lo dejen escapar!- gritaba uno de los miembros de la sociedad.
-Muy tarde… lo perdimos de nuevo- le contestaba otro.
-¡Rayos!, Lord Raiku estará decepcionado… ni modo, otro día lo atraparemos-
Los lobos regresaron a su guarida mientras Nhazul los miraba irse desde detrás de unos arbustos, oculto en las sombras. Esa vez había estado tan cerca, demasiado de hecho. Necesitaba pensar bien su siguiente movimiento, la próxima vez estaba casi seguro de que lo conseguiría.
-Casi lo logré esta vez, pero mientras me superen tanto en número esto va a ser muy difícil- pensó Nhazul.
Ya se estaba impacientando, jamás antes le había tomado tanto tiempo obtener algo, pero esta vez sí le estaba costando mucho trabajo. Necesitaba encontrar un modo de distraerlos, una forma de acabar con algunos lobos para poder llegar a lo que deseaba. Debía encontrar un modo, pero no sabía como lo haría.
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-Y es así como puedes luchar contra diez rivales a la vez. ¿Entendiste, Ame?- explicaba Ziro luego de terminar la lección diaria a su aprendiz.
-Sí, comprendí perfectamente- dijo Ame triunfante.
-Muy bien, por hoy terminamos… ¿Qué tal si vamos por un helado de chocolate?- propuso Ziro sabiendo como enloquecía a su aprendiz esa golosina.
-¡Claro, vamos!- exclamó Ame.
Maestro y aprendiz salieron del lugar de entrenamiento y se encaminaron al sitio donde guardaban el helado. Estaban agotados por el entrenamiento pero no por eso perdían su aire optimista de siempre. La promesa del chocolatoso sabor que pronto disfrutarían los reanimaba bastante.
Mientras caminaban, se dieron cuenta de que algunos compañeros estaban muy agitados y preocupados. Por obvias razones, decidieron preguntar qué había ocurrido.
-¿Sucede algo?- preguntó Ziro a su amiga Ro.
-Descuida, ese mercenarios Nhazul que volvió a intentar meterse. Pero logramos alejarlo, descuida- explicó Ro.
-Esto no me gusta nada, ¿Qué diablos quiere ese sujeto aquí?- preguntó Ziro.
-Ni idea, pero sea lo que sea no lo obtendrá, al menos no en mi guardia- comentó Ro.
-Tal vez deberíamos salir a buscarlo- propuso Ame.
-Hoy ya está muy oscuro, tendremos que esperar a mañana para mandar una patrulla de búsqueda- dijo Ziro –Le diré a Lord Raiku sobre esto a ver qué opina-
-Buena idea, aunque les digo que no deben preocuparse demasiado. Ya hay varios camaradas afuera vigilando los alrededores, nada podrá entrar y menos sin ser visto- dijo Ro.
-Aún así no hay que confiarnos. Por lo que sé, Nhazul es muy temido de donde viene… como sea, vamos por ese helado y luego nos preocupamos por él- dijo Ziro a lo que su aprendiz no tuvo nada que objetar.
Mientras tanto, en la parte exterior de la sociedad lobo, Nhazul aún se encontraba oculto. Ya había decidido dejar por la paz ese asunto, al menos por ese día. Sin embargo no podía volver a casa ya que aún había muchos guardias rondando por la zona.
Sin remedio, si quería salir de ahí a salvo tendría que empezar a matar lobos. Lo haría de forma discreta y sigilosa mientras se abría camino a la libertad. Buscó entonces al guardia que estuviera más cerca de él y no tardo en detectar a una figura moviéndose entre los arboles cerca de él.
-Es hora, ven para que pueda abrirte la garganta- murmuró mientras se preparaba para atacar.
Estaba por salir a su encuentro cuando la figura pasó junto a él sin siquiera tomarlo en cuenta. Nhazul habría atacado de no ser porque esa persona no parecía ser de la sociedad lobo. Se trataba de una chica, una chica con unos ojos de extraña apariencia y con manos de esqueleto.
Aunque jamás la había visto pero la reconoció al instante, era Ffenix, una antigua enemiga de la sociedad y una buscada villana. Al parecer intentaría infiltrarse igual que él… y de ser así, era sabio esperar a que ella le abriera una nueva oportunidad.
Nhazul se quedó en su escondite viendo como Ffenix caminaba rumbo a las instalaciones, aparentemente sin preocuparse de los vigías.
-¿Qué está intentando?- se preguntó a sí mismo Nhazul.
Ffenix seguía su camino sin detenerse y finalmente pasó lo inevitable, los lobos se percataron de su presencia.
¡Oye tu!- gritó uno de ellos mientras la chica era rodeada en cuestión de instantes por varios guardias de la sociedad lobo.
-Tú no entiendes, ¿verdad?- dijo uno de los lobos en tono burlón -¿Cuántas veces tenemos que mandarte a prisión para que dejes de intentar molestarnos?-
-Quítense de mi camino- dijo Ffenix fríamente.
-Jojo, al parecer la chica se quiere hacer la ruda de nuevo- dijo otro lobo.
-Por su bien aléjense, solo les voy a advertir una vez… están en desventaja- dijo Ffenix.
Todos comenzaron a reir.
-Jajaja, ¿desventaja?, ¡Somos 7 contra una!- exclamó otro lobo.
Nhazul no dejaba de mirar lo que pasaba, sabía que Ffenix traía algo entre manos y estaba ansioso por averiguar que era.
-De hecho son 7 contra dos- dijo Ffenix.
Los guardias rápidamente se pusieron a la defensiva mirando a los alrededores por si alguien estaba a punto de llegar, pero sin descuidar a Ffenix. Nhazul por su parte estaba nervioso, ¿de qué hablaba ella?, ¿acaso lo había visto y esperaba que atacara y la ayudara?
Estaba dispuesto a hacerlo, no tenía miedo, pero era tan inesperado. Una parte de él le indicó que mejor esperara en su escondite, no estaba seguro de que se refiriera a él y tampoco quería echar a perder la estrategia de Ffenix.
-¡¿Quién anda ahí?!, ¡Muéstrese!- gritó uno de los guardias.
-¿Qué pasa chicos?, ¿miedo?- se burló Ffenix –Si, deberán tenerlo-
-No te quieras pasar de lista, para mí que no hay nadie, solo tratas de confundirnos- dijo un lobo –Y aunque así fuera, seguimos teniendo ventaja 7 contra 2-
-¿Estás seguro?- preguntó Ffenix con una sonrisa.
-Claro que si,  más te vale que… - intentó decir el guardia pero en ese momento su expresión cambió de golpe. Hubo silencio, todos lo miraban preocupados por lo que le sucedía. Cuando lo comprendieron, era demasiado tarde.
El pecho del guardia comenzó a sangrar, primero poco, pero después una rojiza explosión destrozó su cuerpo. Los lobos gritaron aterrados mirando a su colega ser atravesado por lo que parecía ser una garra.
-Les dije que se alejaran- rió Ffenix sin perder la calma.
Los lobos por su parte retrocedieron horrorizados ante la imagen de su camarada, ahora caído.
-¡¿Qué pasaaaaaaaa?!- gritó otro de los lobos al momento que algo pasaba rápidamente junto a él abriéndole la garganta.
El lobo cayó muerto casi al instante y así, uno a uno, fueron siendo eliminados de forma horrible. Cada uno de forma más inhumana que el anterior. Ffenix permanecía de pie contemplando sonriente la masacre. Nhazul seguía oculto mirando impactado, y a la vez fascinado, lo que estaba sucediendo.
Un rugido se escuchó entonces, como si un animal salvaje fuera quien los estaba aniquilando. Al final solo quedó uno de los lobos, el cual al verse solo decidió regresar para alertar a la sociedad sobre el ataque. No obstante, y para su desgracia, había perdido la cabeza, brazos y piernas antes de llegar.
Una sombra flotó hasta donde estaba Ffenix y arrojó el cadáver de su víctima a sus pies. Estaba hecho, la patrulla de lobos no molestaría más. Nhazul quería volver a casa pero no podía, estaba demasiado entusiasmado e interesado con lo ocurrido que quiso quedarse ahí para ver en que terminaba.
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-¡Este helado está delicioso!- exclamó Ame devorando su quinta bola de helado de chocolate mientras Ziro la veía divertido.
En verdad era un momento muy agradable para ambos y lo estaban disfrutando en grande, no obstante, ese momento estaba a punto de terminar. Y fue cuando Ro llegó corriendo acompañada de otro miembro de la sociedad.
-¡Ziro!, ¡Ame!- gritó Ro.
-¿Qué pasa?- preguntaron al unisonó.
-¡Tienen que venir!...pasó algo- dijo Ro.
Los dos se levantaron y siguieron a su amiga y a su compañero hasta la parte exterior de la sociedad. Mientras caminaban, Ziro no pudo evitar preguntar nuevamente sobre lo que había ocurrido, necesitaba saberlo.
-Vamos, ¿qué es lo que se traen?-
-Alguien atacó a la patrulla de vigilancia- dijo Ro.
-¿Qué?, ¿y cómo están?, ¿están heridos?- preguntó Ame.
-No… todos están… muertos-
Todos se detuvieron en seco al escuchar eso ultimo, había sido como una cubeta de agua helada golpeándolos para ellos.
-¿Muertos?- preguntó Ziro sin poder creerlo.
-Sí, así es-
-¡¿Quién fue?!, ¡¿Quién lo hizo?!- preguntó nuevamente victima de la furia.
-No estamos seguros… pero no fue solo que los mataran, sino el modo en que lo hicieron-
-¿De qué hablas?-
-Fueron despedazados, están casi irreconocibles… y… están… acomodados-
-¿Acomodados?, ¿de qué hablas?- preguntó Ame.
-Sí, como si quisieran que los viéramos, como si fueran parte de la exhibición de un museo… pero será mejor que ustedes lo vean con sus propios ojos-
Todos asintieron y siguieron su camino. Estaban impactados pero nada se comparaba con lo que sintieron al ver a sus camaradas. Ya había algunos lobos ahí reunidos contemplando los cuerpos, que efectivamente estaban clavados en la pared.
-No cabe duda… esto es un reto a la sociedad. Alguien nos acaba de declarar la guerra- dijo uno de ellos.
Ziro, Ame y Ro llegaron hasta ahí y no pudieron contener las lágrimas de dolor e impotencia al ver tan nefasto espectáculo.
-No… no… ¡No!- gritó Ziro frente a sus colegas muertos.
-¿Quién pudo haber hecho algo tan terrible?- preguntó Ame.
-No lo sabemos, solo los encontraron ahí y ya. Nadie vio nada- contestó Ro.
-Deberíamos bajarlos de ahí y darles una sepultura decente- contestó Ame.
-Ya lo intentaron… pero no pueden, esas cosas que los sujetan a la pared no salen. Necesitaremos herramientas para bajarlos-
-Pues vamos por ellas- dijo Ziro casi en un susurro –No quiero verlos más en ese estado-
Ziro se levantó y caminó casi como un autómata, en serio le había afectado lo que había pasado. Ame y Ro lo acompañaron a buscar las herramientas para bajar a los difuntos.
-Ziro… ¿estás bien?-preguntó Ame preocupada.
-No… te juro que encontraré al culpable de esto y lo haré pedazos. Vengaré a nuestros amigos- contestó Ziro.
-Pero, Ziro… sabes que no me gusta verte así-
-¡Y a mí no me gusta ver a nuestros camaradas desmembrados y clavados en la pared!, ¡Ni siquiera los clavaron bien!, ¡Están en posiciones extrañas y deformes!... no me importa, los vengaré- gritó Ziro.
Ame no dijo nada, solo se quedó mirándolo preocupada.
-Por cierto, Ro, ¿Quién los encontró?- preguntó Ziro.
-El guardia que venía conmigo cuando fui a buscarlos, él llegó y nos alertó a todos sobre lo que había visto- contestó Ro.
-¿Y qué guardia es?, tal vez él vio algo-
Ro guardó silencio.
-Ro…estoy esperando, ¿Qué pasa?, ¿Por qué no contestas?- preguntó Ziro mal humorado.
-Lo que pasa es que… no sé quien es- dijo Ro.
-¿Cómo que no sabes?-
-Creo que es nuevo en la sociedad, jamás lo había visto antes… pero tranquilo, no será difícil saber quién es- se disculpó Ro.
-Ah no, ¿y por qué?- preguntó Ame.
-Vamos, debe ser el único lobo que tiene los ojos de distinto color- dijo Ro tranquilamente.
Ziro se detuvo nuevamente.
-¿Qué… que dices?-
-Ese guardia tenía los ojos distintos. Daba algo de miedo, de hecho, los dos eran grises pero uno tenía la pupila negra y el otro la tenía roja- explicó Ro.
El silencio reinó nuevamente.
-Y dices que… ¿ese guardia fue quien encontró los cuerpos?-
-Sí, él fue el que los encontró-
Ziro y Ame se quedaron viendo con expresión de miedo. En la cara de Ziro se podía leer el enojo pero también el miedo y la confusión. Incluso una lágrima resbaló por sus ojos.
Sin decir nada, Ziro corrió de regreso a donde estaban los cadáveres. Ame y Ro lo siguieron aún sin comprender del todo lo que pasaba, no fue hasta llegar ahí y cuando Ziro analizó mejor los cuerpos, cuando entendieron.
-¿Qué pasa?- preguntó Ame.
-No es solo un ataque.... es un reto....- dijo Ziro con un tono algo tajante. Dando por terminado la conversación y aunque no se hubiera dicho en voz alta por las cabezas de ambos pasaba la misma idea, pero era imposible, no podia estar vivo, no él, no Strigoi.
Escrito por el genialoso :iconjoelcortes:
con un peuqñeo cambio............. porque tengo uan idea :D la cual NO SE COMO PASAR AL PAPEL *se suicida*



en fin disfruten

FFFFFFFFFFFFFFUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUCCCCCCKKKKKKKKKKK
AYUDA
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Comments9
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Peketigregirl's avatar
O.O QUE!? AHORA SON TRES!!!????